El shibari (縛り, «atadura») es una forma de arte que consiste en la atadura del cuerpo con cuerdas de manera estética y simbólica. Se utiliza tanto con fines artísticos, como una expresión visual y emocional, como en el contexto erótico, para explorar sensaciones físicas y psicológicas.
- Combina el uso de cuerdas (generalmente de yute o cáñamo) con patrones específicos para envolver, suspender o inmovilizar el cuerpo.
- Más allá de lo físico, busca establecer una conexión emocional e íntima entre quien ata (rigger) y quien es atado (model o «rope bottom»).
- Puede incluir posturas diseñadas para enfatizar vulnerabilidad, belleza, control o liberación.
Origen del shibari
El shibari tiene sus raíces en la tradición japonesa de hojōjutsu, una técnica de atadura de prisioneros que los samuráis practicaban durante el período Edo (1603-1868). Estas ataduras tenían un propósito práctico, pero también incluían elementos estéticos que reflejaban el rango social o los crímenes de los prisioneros.
A principios del siglo XX, estas técnicas comenzaron a ser reinterpretadas en el ámbito del erotismo, evolucionando hacia lo que hoy conocemos como kinbaku (緊縛, «atadura apretada»). Kinbaku y shibari suelen usarse como sinónimos, aunque algunos argumentan que shibari enfatiza más el aspecto artístico.
El shibari en España
El shibari ha ganado una comunidad creciente en España, especialmente en ciudades como Barcelona, Madrid, y Valencia, donde se organizan talleres, eventos y sesiones de práctica.
- Conocimiento y práctica:
- Existen escuelas, talleres y comunidades que enseñan la práctica de forma segura y consensuada. Ejemplos:
- Talleres de iniciación al shibari, enfocados en las técnicas básicas de atadura.
- Eventos de «rope jams», donde practicantes se reúnen para compartir conocimientos.
- En España, se busca promover un entorno seguro, donde se respete el consentimiento y la comunicación.
- Existen escuelas, talleres y comunidades que enseñan la práctica de forma segura y consensuada. Ejemplos:
- Ciudades principales:
- Barcelona: Tiene una de las comunidades más activas, con espacios como estudios especializados y festivales relacionados con el arte del shibari.
- Madrid: También cuenta con eventos regulares, clases y encuentros de practicantes.
- Valencia y Bilbao: Están emergiendo como puntos de interés para quienes quieren aprender o participar en la comunidad.
Cuidados y precauciones en la práctica del shibari
Aunque es una práctica segura si se realiza correctamente, el shibari puede tener riesgos físicos y emocionales. Aquí hay algunos aspectos clave a tener en cuenta:
1. Seguridad física:
- Conocimiento anatómico: Evitar atar sobre nervios principales (como los nervios radial, cubital o ciático) o restringir la circulación sanguínea.
- Cuerdas adecuadas: Usar cuerdas específicas (como yute o cáñamo), bien tratadas para evitar quemaduras o lesiones en la piel.
- Tijeras de seguridad: Siempre tener tijeras o herramientas de corte rápido cerca para liberar las cuerdas en caso de emergencia.
- No dejar a nadie desatendido: Nunca dejar a alguien atado sin supervisión.
- Suspensión avanzada: Las ataduras que involucran suspensión requieren experiencia adicional, ya que el peso del cuerpo puede aumentar el riesgo de lesiones.
2. Consentimiento y comunicación:
- Consentimiento informado: Antes de practicar shibari, ambas partes deben hablar sobre los límites, deseos y preocupaciones.
- Palabras de seguridad: Establecer una palabra clave para detener la práctica inmediatamente si alguien se siente incómodo.
- Revisar constantemente: Estar atento a señales de incomodidad física o emocional durante la sesión.
3. Riesgos emocionales:
- El shibari puede evocar emociones intensas, como vulnerabilidad, confianza o incluso catarsis. Es importante tener una relación de confianza con la persona que realiza las ataduras.
4. Formación y guía:
- Es recomendable aprender de expertos mediante talleres o clases, para evitar errores que puedan derivar en lesiones.
Conclusión
El shibari es una práctica que combina arte, intimidad y técnica. En España, la comunidad está creciendo y promoviendo una cultura de aprendizaje y seguridad. Como cualquier actividad que involucra el cuerpo y la emoción, requiere preparación, comunicación y respeto por los límites de todos los involucrados.